La ocupación haitiana que se inició en Santo Domingo a partir del 9 de febrero del año 1822, y que fue encabezada por Jean-Pierre Boyer, se extendió por 22 años hasta el 27 de febrero del 1844.
Son muchas las causas de la ocupación, pero las mismas se explican en la especial situación haitiana que hereda Jean Pierre Boyer, a quien fue llamado "unificador de Santo Domingo", por unir el norte y el sur de Haití, así como también el territorio de su país con el dominicano.
La ocupación de Boyer fue la tercera invasión que procedía de Haití al territorio de la parte este de la isla. Esta se produjo sin derramamiento de sangre y fue aceptada pasivamente por la población que se definía como dominicana; esta aceptación se debió quizás al terror que habían infundido las invasiones haitianas anteriores, y a la superioridad del ejército de Boyer.
La pasividad puso de manifiesto la debilidad general de los dominicanos en todos los aspectos.